viernes, 16 de octubre de 2009

el exito

El éxito no siempre tiene que ver con lo que mucha gente ordinariamente se imagina.No se debe a los títulos que tienes, sean de nobleza o académicos, ni a la sangre heredada o a la escuela donde estudiaste.No se debe a las dimensiones de tu casa, a cuántos carros caben en tu cochera o si éstos son último modelo.No se trata de si eres jefe o subordinado, si escalaste la siguiente posición en tu organización o estás en la ignorada base de la misma.No se trata de si eres miembro prominente de clubes sociales o si sales en las páginas de los periódicos.No tiene que ver con el poder que ejerces o si eres un buen administrador, si hablas bonito, si las luces te siguen cuando lo haces.No es la tecnología que empleas, por brillante y avanzada que esta sea.No se debe a la ropa que usas o si gozas de un tiempo compartido, si vas con regularidad a la frontera o sí después de tu nombre pones las siglas deslumbrantes que definen tu estatus para el espejo social.No se trata de sí eres emprendedor, hablas varios idiomas, si eres atractivo, joven o viejo.El éxito...Se debe a cuánta gente te sonríe, a cuánta gente amas y cuántos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu.Se trata de si te recuerdan cuando te vas.Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta evitas dañar y si guardas o no rencor en tu corazón.Se trata de si en tus triunfos incluiste siempre tus sueños.De si no generaste tu éxito en la desdicha ajena y si tus logros no hieren a tus semejantes.Es acerca de tu inclusión con los otros, no de tu control sobre los demás; de tu apertura hacia todos los demás y no de tu simulación para con ellos.Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón; si fuiste egoísta o generoso, si amaste a la naturaleza y a los niños y te preocupaste por los ancianos.Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar y tu valor sobre la conducta ajena.No es acerca de cuantos te siguen, sino de cuantos realmente te aman.No es acerca de transmitir todo, sino cuántos te creen, de si eres feliz o finges estarlo.Se trata del equilibrio, de la justicia, del bien ser que conduce al bien tener y al bien estar.Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser más, no de tener más.Se trata en definitiva de saber recibir y dar amor.

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